viernes, 16 de abril de 2010

Colorines

Agotado de reptar inmundicias,
escojo al primer frontispicio
que me invite a elevarme rumbo al Helicón,
evoco a la sordera de las Musas
y me equivoco cuando esquivo lo que no soy,
si aun es que no soy.

Le perpetuidad de un tálamo abandondo
reseca mis articulaciones.
Las llagas en mi retina
absorven el sol de oriente a poniente.

Hipertrofiado manierismo de barroco amarrado,
creerse lo que se cree en la imaginación del artista.
Tanto es que mienten los poetas
que de tanto en tanto se atragantan con alguna verdad...

y así es como cesan de respirar
mas no de hablar,
pues el estertor eterno con que se mantiene viva la poesía
sumerge sus raíces en el amor que profeso hacia ti
mi décima musa.

1 comentario:

Unknown dijo...

TE AMO, MI PEQUEÑO DEMONIO